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5 recomendaciones para el cuidado facial masculino

¿Cansado de escuchar que los hombres no deben o pueden cuidarse? Los estereotipos han cambiado con el paso del tiempo, los especialistas amplían su rango de estudio y el cuidado facial masculino ha llegado para quedarse. Mantener una rutina es esencial en cualquier género, y nosotros te contamos por qué.

La realidad es que cualquier dermis, independientemente de si eres hombre o mujer, necesita de una rutina que le proporcione nutrientes, hidratación y protección. Existen diferencias, por supuesto, pero todo proviene de nuestra fisiología. 

En Clínica Guinova te contamos cuáles son los pasos para un cuidado facial masculino que proteja tu rostro de la suciedad y los agentes ambientales. ¡Te lo contamos!

¿Crees que cuidas tu piel como deberías?

En ocasiones, la mayoría de las personas que aplican una rutina facial masculina en su rostro no lo hacen como deberían. Ya sea por haber sido mal aconsejados o por seguir recomendaciones vistas en Internet, la realidad es que no siempre se cumplen todos los pasos necesarios para mantener una dermis perfecta.

Existen dos objetivos fundamentales: proteger el rostro y cuidarlo, este último mediante su correcta hidratación y nutrición. Para ello, existen productos, rutinas, tratamientos o procedimientos especiales que no conoces en primera instancia y que debe recomendarte un profesional.

Pasos para cuidar tu piel si eres hombre

Es aquí donde aparecemos nosotros, Clínica Guinova, para aconsejarte como profesionales acerca de todos los pasos que debes seguir si quieres conseguir una piel tersa, suave, lisa (todo junto, aunque signifique lo mismo) y brillante.

  1. Humedecer tu rostro y lavarlo con jabón

El primer paso consiste en limpiar tu rostro en profundidad para comenzar tu rutina facial masculina. Humedécelo de forma delicada con una toalla y utiliza un gel limpiador adecuado para tu tipo de piel que permita acabar con toda la suciedad acumulada. 

  1. Exfoliar la piel con un producto testado

¡Ya estás preparado! Ahora, utiliza un exfoliante natural o concentrado con el que retirar la piel muerta del rostro; repártelo por la cara, incidiendo sobre todo en la zona T y en los pómulos, y déjalo actuar durante, aproximadamente, 10 minutos.

  1. Retirar el producto masajeando la cara

Ha llegado el momento de retirar tu exfoliante. Utiliza un paño o discos desmaquillantes y masajea el rostro desde abajo hacia arriba y desde dentro hacia afuera, una técnica que mantendrá tu piel tersa y no generará arrugas antes de tiempo. 

  1. Dejar que el rostro “respire”

Este es el paso más sencillo, pero probablemente el más estresante (porque quieras acabar pronto). Espera durante unos 5-15 minutos, lo que necesites, a que tu dermis respire tras haber sido expuesta a productos exfoliantes. Se trata de un paso fundamental para mantener la salubridad de tu piel.

  1. Hidratar tu piel con productos especializados

Por último, aplica en tu rostro una crema hidratante que nutra la dermis. Esta debe ir recomendada por un especialista según tu tipo de piel, y para ello puedes consultar a nuestros dermatólogos. 

También puedes utilizar parches hidratantes para las ojeras o serum que aporte un plus adicional de hidratación. Una vez hecho todo esto, ¡a dormir o a comenzar tu día con la máxima limpieza!

¿Tienes dudas sobre cuál debería ser la rutina en tu caso? Ponte en contacto con nosotros y pide cita para asesorarte sobre los procesos y los productos necesarios. ¡Te esperamos!

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Beneficios de elegir una clínica certificada en ISO 9001:2015 para garantizar la calidad de los servicios sanitarios»

Tener una clínica certificada en ISO significa que la clínica ha implementado un sistema de gestión de calidad riguroso y efectivo que cumple con los requisitos establecidos por la norma ISO 9001:2015. Esta certificación se obtiene después de que un organismo independiente y acreditado ha evaluado la implementación del sistema de gestión de calidad de la clínica y ha verificado que cumple con los estándares internacionales de calidad.

Al obtener la certificación ISO, la clínica demuestra su compromiso con la mejora continua y la excelencia en la prestación de sus servicios. Esto implica que la clínica cuenta con procesos y procedimientos bien definidos, orientados a garantizar la satisfacción de los pacientes y la mejora de su calidad de vida. Además, el sistema de gestión de calidad permite identificar y gestionar los riesgos y oportunidades que puedan afectar el desempeño de la clínica, lo que se traduce en una mayor eficiencia, seguridad de todas las actividades realizadas en la clínica.

En definitiva, tener una clínica certificada en ISO significa que la organización está comprometida con la calidad, la mejora continua y la satisfacción del paciente. Esto genera confianza y seguridad en los pacientes, quienes saben que están recibiendo servicios de calidad y que la clínica está comprometida con su bienestar. Si buscas una clínica en la que puedas confiar y que cuente con los más altos estándares de calidad, no dudes en elegir una clínica certificada en ISO.