10 claves para controlar tu gestión emocional

¿Podemos controlar la agresividad para dar paso a un estado de ánimo más relajado? ¿Y cambiar la tristeza por sentimientos que nos produzcan alegría en situaciones que nos sobrepasan? La respuesta es que sí, y se trata de ejercicio y control de la gestión emocional, una terapia que ayuda cada vez a más personas.

En la sociedad actual, vivimos expuestas a una gran cantidad de estímulos constantes que nos provocan un fuerte desequilibrio emocional. Noticias impactantes, adversidades personales o una mala gestión de nuestro pasado pueden originar problemas en el plano sentimental.

Es aquí donde se vuelve esencial acudir a un profesional que trate ciertas patologías relacionadas o comenzar con ejercicios de control emocional que nos ayuden a minimizar los episodios traumáticos, y en Clínica Guinova somos lo que necesitas.

¿Se pueden controlar las emociones?

Sí, se puede. Aunque parezca una utopía, existen ejercicios para gestionar el control emocional que permiten al paciente vivir su vida de forma más sana al expresar sus sentimientos, evitar los enfrentamientos innecesarios, orientar sus acciones a corto y largo plazo o empatizar con otras personas.

Las emociones forman parte del ser humano, y no debemos visualizarlas como algo que nos afecta de manera negativo, sino como un elemento más de nosotros mismos que podemos controlar para ser mejores personas y vivir felices.

De esta manera, es importante tener en cuenta que no se trata de suprimir o reprimir las emociones, sino de aprender a manejarlas de manera saludable. Si tienes dificultades para controlar tus emociones, este es el momento de comenzar el cambio en tu vida.

5 técnicas y ejercicios para la gestión emocional

¿Por fin has decidido tomar el mando y controlar tu gestión emocional? En Clínica Guinova te contamos cuáles son algunos ejercicios que te ayudarán a sacarle partido a tus emociones y a descartar aquellos sentimientos negativos que llegan a tu vida.

1. Dale una oportunidad a la escucha activa

La escucha activa es una habilidad importante en la comunicación interpersonal que implica prestar atención no solo a las palabras que se están diciendo, sino también a la intención detrás de esas palabras y a las emociones que se están expresando. 

Algunos aspectos importantes para realizar este ejercicio de manera correcta son prestar atención (pero de verdad, con intención), mostrar interés en lo que dice la otra persona, preguntarle para entender sus pensamientos y expresar lo que sientes sin vergüenza.

Este tipo de ejercicio para controlar la gestión emocional ayuda a construir relaciones más fuertes y significativas al fomentar la comprensión mutua y la empatía. Además, también puede ayudar a prevenir malentendidos y conflictos.

2. Transforma las críticas en oportunidades

Sabemos que puede parecer la típica frase de “para no estar triste, no estés triste”, pero en ocasiones debemos hacer un ejercicio de amor propio y cambiar la perspectiva de lo que están recibiendo nuestras emociones.

Si, por ejemplo, estás exponiendo un proyecto y un profesor o compañero da una opinión sincera y negativa sobre el mismo, debes cambiar el enfado que esto te genera por otro pensamiento: “¿qué necesito para mejorarlo?”.

Casi toda nuestra salud emocional depende de cómo recibamos un estímulo y la manera en la que lo gestionamos, y por ello es esencial hacer un ejercicio de retrospección para cambiar la forma de ver una crítica.

3. La aceptación personal como primera regla

Reafirmar tus virtudes y lo que has conseguido es importante para impulsar el amor propio, experimentar emociones positivas y aceptar que puedes controlar la gestión de tus emociones si confías en tus capacidades y en ti mismo.

Para ello se utiliza una técnica llamada “autoafirmación” que permite, con el método que ya hemos nombrado, observar situaciones estresantes o negativas desde otro punto de vista que sea amigable con tu persona.

Aceptarse a sí mismo puede ser un desafío, especialmente si uno ha pasado por experiencias difíciles o ha sido criticado o juzgado por otros en el pasado. Sin embargo, es importante darse cuenta de que la aceptación personal es fundamental para el bienestar emocional y la autoestima saludable.

4. Refleja todas tus emociones por escrito

Una de las técnicas más recurrida por los profesionales para ayudar a sus pacientes a gestionar las emociones es reflejar los sentimientos por escrito; escribir en un diario o bloc qué sientes cuando estás viviendo una situación estresante o conflictiva con el objetivo de desahogarte y darle forma a esos pensamientos.

Además, escribir sobre nuestras emociones puede ayudarnos a liberar tensiones que podemos estar reprimiendo y que crean inseguridad e impotencia. A menudo, cuando escribimos, nos sentimos más libres para expresarnos sin preocuparnos por los prejuicios o la opinión de los demás.

Incluso, en ocasiones, nos sentimos más cómodos hablando a un diario que a un profesional que nos escucha. Por ello es importante acabar con los prejuicios y confiar en los especialistas para ayudarnos.

5. Utiliza técnicas de meditación y haz deporte 

La mente y el cuerpo están directamente conectados y tienen un impacto directo sobre nuestra salud. Hacer ejercicio de forma recurrente y dedicar una hora al día a conectar con tu yo más profundo es esencial si queremos controlar la gestión de nuestras emociones.

Por un lado, el deporte puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad, mejorar tu estado de ánimo y aumentar tu autoestima. Se trata de una de las formas más saludables de liberar emociones reprimidas o acumuladas.

Por el otro, la meditación puede ayudarte a focalizar tu atención en la gestión de las emociones para ayudarte a entenderlas y procesarlas mejor. Si te sientes abrumado, nervioso o estresado con alguna situación, esta técnica puede ayudarte a mantener la paciencia y la calma.

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Beneficios de elegir una clínica certificada en ISO 9001:2015 para garantizar la calidad de los servicios sanitarios»

Tener una clínica certificada en ISO significa que la clínica ha implementado un sistema de gestión de calidad riguroso y efectivo que cumple con los requisitos establecidos por la norma ISO 9001:2015. Esta certificación se obtiene después de que un organismo independiente y acreditado ha evaluado la implementación del sistema de gestión de calidad de la clínica y ha verificado que cumple con los estándares internacionales de calidad.

Al obtener la certificación ISO, la clínica demuestra su compromiso con la mejora continua y la excelencia en la prestación de sus servicios. Esto implica que la clínica cuenta con procesos y procedimientos bien definidos, orientados a garantizar la satisfacción de los pacientes y la mejora de su calidad de vida. Además, el sistema de gestión de calidad permite identificar y gestionar los riesgos y oportunidades que puedan afectar el desempeño de la clínica, lo que se traduce en una mayor eficiencia, seguridad de todas las actividades realizadas en la clínica.

En definitiva, tener una clínica certificada en ISO significa que la organización está comprometida con la calidad, la mejora continua y la satisfacción del paciente. Esto genera confianza y seguridad en los pacientes, quienes saben que están recibiendo servicios de calidad y que la clínica está comprometida con su bienestar. Si buscas una clínica en la que puedas confiar y que cuente con los más altos estándares de calidad, no dudes en elegir una clínica certificada en ISO.